sábado, 14 de septiembre de 2013

Reglas del Juego, Capítulo 3.6


Mientras que Shao y Misa hablaban, alguien iba caminando por un bosque cercano, era un hombre joven, se veía bastante tranquilo, caminaba con las manos en los bolsillos y lentamente, no se veía muy bien que llevaba puesto, sin embargo si se veía el color de su ropa, negro.

Empezaba a soplar el viento de una manera agresiva, haciendo sonar las hojas y las ramas, los pasos de aquel joven también sonaban sobre el tapete de hojas que se cernía ante el, era un atardecer estupendo, pocos se veían así en el mundo de Misa.

El joven seguía con un paso tranquilo pero seguro, si encontraba un obstáculo simplemente lo rodeaba, era bastante paciente y no cesaba de caminar, los sonidos del bosque abundaban ramas crujiendo y de vez en cuando la brisa soplaba el cabello del sujeto, sonidos de aves o ardillas repentinos que hubieran asustado a muchos, no parecía alterarse por ningún sonido por llamativo que pareciese.

De repente sonó un arbusto muy cercano al él, lo cual produjo que el paso continuo del joven se detuviera en seco, el silencio reino en el ambiente, casi como si el tiempo parara, ya los animales no se escuchaban, el viento dejo de soplar y el joven no se movía ni un centímetro, solo reacciono dando un suspiro corto como si se lamentara de algo.

- Jum, al parecer se percato de nuestra presencia es muy hábil. -. Una voz grave y rasgada sonó desde los arbustos, suficiente para hacer poner los pelos de punta a cualquier persona normal, sin embargo el joven seguía tan quieto como antes. - Por favor no se preocupe por nosotros solo siga su recorrido. -. Volvió a hablar la voz grave y tenebrosa.
- Me temo que no puedo seguir. -. El joven exclamo estas palabras en voz alta para que se oyera muy claro. - Verán no se si sea mi intuición o esta oscuridad que nos esta cubriendo a cada momento, pero sospecho que ustedes no tienen muy buenas intenciones y tal vez, no, seguramente ustedes me seguirán a donde quiera que vaya. - Miro a sus alrededores girando su cabeza y suspiro de nuevo. - ¡ Me temo ser descortés, pero  decirles que desafortunada mente no podrán acompañarme! -. Casi gritando dijo el joven para que casi se escuchara en todo el bosque.

El bosque rápidamente se lleno de sombras a pesar de que el sol aun iluminaba las copas de los arboles, después varios brillos blancos relucían en aquellas sombras, risas, carcajadas se oían levemente y unas siluetas deformes empezaron a aparecer entre las sombras.
- jejeje, el chico es muy listo. -. - Tiene que serlo si se dirige al palacio. -. - No me parece, debe ser un idiota si se para sin un compañero y justo al anochecer a la mitad de su camino. -. - Tal vez de hecho nunca lo he visto por aquí. -. Se expresaban varias voces desde las sombras, guturales, agudas, rasgadas, graves, de todo tipo, cada una maniática y tenebrosa, e incluso a la vista de todos estos potenciales enemigos el chico seguía como una estatua sin siquiera pensar en moverse para huir del lugar. . . Continuara


No hay comentarios:

Publicar un comentario