sábado, 17 de agosto de 2013

Misa, Capitulo 1.10



Con algunas lagañas en sus ojos, Misa se paro bruscamente de su escritorio tanto que lanzo a la silla incomoda unos metros atrás, a duras penas era cociente de si misma ni sabia como había llegado de nuevo a su escritorio, con una ligera gota de saliva saliendo de su boca y la marca de las teclas sobre su teclado supuso que había estado durmiendo, seguía oyendo ese sonido de hace un momento pero era mas leve, era el despertador que siempre tenia sincronizado a las 8 de la mañana, mientras se hacia consciente de si misma empezaba a espantarse el sueño de una manera perezosa, como si Morfeo aun la estuviera atando a su reino, sin embargo ya eran las 8 de la mañana había que empezar a alistarse para irse a entregar el trabajo que termino con tanta dedicación hace unas horas.

Cuando hubo pasado de ese lapso en el cual te levantas o te duermes, Misa había vencido a su yo perezosa que estaba en algún lugar de su mente, y el siguiente paso fue mirar la hora de su reloj.
- ¿9:45. . .?- Misa pensó que algo no andaba bien en ese momento, recordaba que tenia clase a las 10, y el reloj sonaba siempre a las 8, <<debió ser una descompostura seguramente, deben fallarte baterías.>>, pensó sin ponerle mucha atención, así que se volvió a un bonito reloj con forma de gato este casi no se equivocaba ya que era mecánico, rara vez le entregaba una hora errónea, no como aquel reloj despertador que la había hecho llegar mas de una vez temprano o tarde a clase.
- ¿9:45. . .?- Misa se quedo de piedra al confirmar la hora en su bonito reloj mecánico de pared, e inmóvil por al menos 10 segundos, tal vez Misa si hubiera querido ser una piedra en ese momento, un objeto al cual no le importa el paso del tiempo, pero para su desgracia no era así.
- AHHHHH, ES MUY TARDE. -. Un grito invadió el edificio de apartamentos era algo antiguo, ya la mayoría tenia mas de 10 pisos, mientras que este aun era una singularidad, sin embargo sus espacios eran mucho mas pequeños que los de edificios modernos, a duras penas cabían dos personas por apartamento, sin embargo este no es el momento de referirnos a eso, Misa comenzó con su carrera de las mañanas como esta, aplicando cada uno de los pasos en orden.
- ¿QUE HAGO?, ¿QUE HAGO? -. tal vez no muy paciente mente. - ¡Comida!, rápido, rápido. - Casi como un relámpago corto algunas cosas y puso algo en la estufa, movió unas manijas y dejo la cocina. << Me arreglare mientras esta la comida.>>. Pensó mientras salio corriendo hacia el baño, pese a ser tarde estaba acostumbrada a bañarse a diario, era algo que no podía evitar, se deshizo su piyama y entro a la ducha a una velocidad abrumadora, abrió la ducha la cual expulso agua caliente lo suficiente para que Misa se acostumbrara, sin embargo de un momento a otro. - ¡¡¡¡¡FRIAAAAAA!!!!!-. Casi como un hielo, un choque térmico erizo a Misa hasta los huesos, el agua caliente se había acabado del calentador del edificio, no había tiempo para pensar en eso termino de ducharse y salio con un par de toallas una sobre su cabello y otra cubriéndose el cuerpo, al querer cepillarse los dientes noto que su tubo de crema de dientes estaba prácticamente vació. - Vamos no seas tímida.-. Dijo Misa reprochándole a la crema dental, con una expresión que provocaba algo de miedo, consiguió con mucho esfuerzo sacar una gota y cepillarse, saliendo del baño de nuevo ya eran las 10:03, no había tiempo de nada, tomo sus prendas de ropa favoritas y se las puso rápidamente, pero cuando se las iba poniendo un olor a quemado empezó a invadir el apartamento, -No  puede ser la. . . - Con un grito mudo Misa corrió a la cocina para descubrir lo que era obvio, la comida se había echado a perder, con un llanto y una expresión de furia, frustración, y un sin fin de sentimientos no pudo hacer mas que limpiar, y comer unas galletas con te de la nevera, resignándose a su comida de ahí hasta las horas de la noche que volviera.
Preparando sus libros cuidadosamente, para no equivocarse, termino todo por fin y cogió los tres implementos que siempre la acompañaban en la universidad dos mochilas una para libros y otra para libretas de apuntes, ademas de una carpeta de documentos, habiéndose acomodado todo esto, salio corriendo hacia su puerta.
- Ahora si, corre, corre.- Lo único que le restaba era un trayecto de 20 minutos corriendo a toda velocidad hasta su universidad, normalmente tomaría el transporte para llegar mas cómoda y relajada, sin embargo este no estaba siempre ahí y podían pasar 10 minutos antes de que llegara otro, ademas este no iba directo a la universidad, y daba una vuelta de 20 minutos, el día de hoy no era una opción.
Misa se tomo sus zapatos negros que había comprado hace algunas semanas los cuales estaban en la puerta para no ensuciar el suelo del apartamento, y salio corriendo rápidamente dando un portazo y cerrando con llave, todo esto mientras una hoja pegada a la puerta caía debido a la fuerza del impacto. . . Continuara

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