viernes, 16 de agosto de 2013

Misa, Capitulo 1.9


De repente Misa en su camino alcanzo a divisar una silueta a lo lejos, mientras se acercaba más a ella le entraba una nostalgia extraña, la cual ni ella misma sabia como se generaba, mientras más se acercaba esta silueta algo difusa fue cambiando de apariencia hasta tomar una forma humana femenina, la cual fue haciéndose más y aún más familiar al punto que obligo a detenerse a Misa debido a la impresión.
- No puede ser-. Susurro Misa en voz baja con un tono quebradizo. 
- A pasado mucho tiempo, Misa - Una voz gentil y amable que obligo a Misa a retroceder un año atrás, aquella misma voz con la cual sintió tanta felicidad una tarde de Mayo, provenía desde la silueta que ahora era distinguible, portando una camisa estilizada pegada al cuerpo que exhibía sus brazos, un jean azul claro de botas anchas con un garabato en el muslo, unos zapatos cómodos similares a aquellos populares de suela de PVC y tela, y algunos accesorios de cuero en
sus brazos, tal vez no se viera de la misma manera que la conoció, pero no había duda de que era ella, Misa reconoció plenamente a Christin.
Misa empezó a recordar esa tarde sin siquiera mirar a la chica rubia, y se centró especialmente en dos palabras que afectaron su corazón, << Para siempre, eh>>, cada vez con ellas más presentes en su mente movía sus labios temerosamente.
- Christin, ¿recuerdas la promesa?-. Con algo de ansiedad por oír la respuesta de esta persona y aunque con voz muy baja, pregunto con valentía, queriendo saber los motivos de esta persona para huir y dejar todo atrás y a su vez temiendo que solo fuera una simple jugarreta.
Solo quería oír algunas palabras de disculpas y aclaración, pero no podía permitirse que aquella chica viera su cara de dolor, si es que efectivamente era un juego tenía que ser fuerte y soportarlo diciéndole sus verdades, tal vez por esto no vio la expresión de melancolía de Christin durante ese tiempo.
- Lo siento Misa, pero no puedo quedarme a charlar contigo. . .-. Respondiendo la chica rubia con un tono lastimero. - Solo quería pedirte disculpas por el trabajo que tendrás que hacer de ahora en adelante. -.
Misa aún seguía con la cabeza gacha, mientras que Christin no veía respuesta de la persona en frente de si, -- Ya tengo que irme, no me queda mucho tiempo.-. Dijo Christin mientras bajaba la cabeza mirando al suelo con tristeza. - Tal vez, con suerte nos volvamos a ver.- Después de eso dio una media vuelta delicadamente y solo dirigió una última mirada a aquella chica de pelo negro, como si fuera un lamento silente y sintiendo cual herida se sentía.
- Adiós Misa. -. Diciendo esto comenzó su marcha a la profundidad del bosque cerrando los ojos, pero antes de que diera más de dos pasos algo la detuvo, una respiración furibunda contrastaba con el susurro de las hojas.
- ¡¡¡ ESPERA QUIEN TE HAZ CREÍDO!!!- Grito Misa con todas sus fuerzas a aquella persona que la había hecho sentir como un juguete. - Crees que puedes andar diciendo mentiras a todo aquel que te pasas por el frente, y mas haciendo daño a gente como yo que nunca ha tenido a nadie, y ahora solo te largas esperando un perdón, CREES QUE ESO LO ARREGLA TODO. -. El limite de Misa se había quebrado, cuando escucho las palabras de Christin y ese no puedo hablar contigo, sumado a ese no tener tiempo, desgarraron su corazón, lo sintió como si Christin solo se hubiera hecho presente para recordar que no podía olvidar esa primera amistad, que la chica rubia trato como si fuera basura, y tal vez con esas palabras buscaba enfrentar la realidad, aquella chica que presuntamente había dejado algo de un valor inimaginable con ella, el dije de su madre, no era mas que una charlatana.
- Apuesto que ese es tu entretenimiento, andar por ahí vagando dando una estúpida historia y engatusando a la gente, jugando con ella. . . -. No podía detenerse, su rabia hablaba por ella, pero aun así seguía peleando contra el llanto de sus ojos que alcanzaron a lagrimear, cerrando sus puños y resistiendo al máximo. - SI ES QUE ACASO TE DIVIERTE ESO, SOLO PUEDO DECIR QUE ERES UNA MALD. . . -.
- YO! -. Interrumpió Christin con voz fuerte casi en el limite del grito. - nunca te dije mentiras, siempre estoy ahí.- Dijo bajando su tono de voz nuevamente y con un leve toque de dolor en sus palabras, una vez dijo esto continuo su camino a lo profundo del bosque.
- Por que no vas a jugar con alguien mas. -. Susurro Misa mientras veía a la chica de pelo rubio adentrarse en el bosque, seguidamente miro su dije, aquel regalo con falsa historia, el cual en algún momento pensó en desechar, pero que desde ese momento lo mantuvo para recordar que no debía ser tan confiada y tonta la próxima vez que alguien se acercara con dulces palabras.
BIP!, BIP!, BIP!, BIP!, BIP!, BIP!, BIP!, BIP!, BIP!, BIP!
- ¡¡¡AHHH PERO QUE ES ESO!!!- Reacciono Misa al ruido ensordecedor y molesto que invadio el bosque de un momento a otro. . . Continuara

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