Misa, Capitulo 1.5

- ¡¡¡¡PERDÓN!!!!, N. . . NO ES QUE TENGA HAMBRE, SOLO QUE. . . QUE TENGO ALGO EN EL ESTOMAGO Y. . . Y . . .-. Casi gritando mientras lo decía, Christin estaba hecha un bosque de vergüenza, pero paro en cuanto sintió un objeto en sus piernas.

- Toma yo de verdad no tengo hambre, ademas estoy a dieta-. Dijo Misa mientras le pasaba su almuerzo a Christin, durante un momento los ojos de Christin se cubrieron por las sombras, volvió su rostro hacia Misa y sonrió ligeramente, fue solo un momento el cual Misa no alcanzo a percatarse, sin embargo durante ese momento no parecía la Christin que conoció ese día sonriente, delicada, hasta desapareció todo rastro de pena, era una expresión mas sombría, pero cambio a esa expresión "natural" para agradecer el gesto de Misa.

- Gracias Misa, te dejare algo y te traeré otra cosa después-. Dijo la chica rubia con un tono de vergüenza aun.

- Tranquila, tu come, ademas fuiste la única que me ayudo cuando llegue y quiero compensarlo-. Dijo Misa mientras la veía. 

Casi no se hablo durante un rato mientras Christin comía, Misa solo se dedicaba a ver el cielo o las practicas de un club en la cancha.

Una vez Christin acabo solo vio a Misa mirando al cielo, lo cual paso a hacer seguidamente, era algo raro como si se entendieran ambas chicas, no necesitaban hablarse, durante unos minutos todo fue silencio mientras observaban el cielo tal vez estuvieran cada una pensando como iniciar una conversación, o al menos eso pensaba Misa.

- Misa, ¿alguna vez has tenido a alguien sincero?-. Pregunto Christin a una desprevenida Misa que solo pudo responder con una mirada interrogante, Christin al verla prosiguió.

- Me refiero a ese tipo de personas que están contigo en todo momento, te cuidan, te defienden, te regañan y muchas cosas mas, yo los tuve hace algún tiempo pero los perdí-. Decía Christin algo nostálgica con los ojos cerrados recordando a esas personas del pasado.- Me preguntaba si quisieras ser alguien así para mi y yo te correspondería igualmente, se que es algo precipitado, pero no me gusta estar sola menos cuando enfrento algo difícil, como la entrada a esta institución-. Misa se sonrío por un momento.

- A esa clase de personas se les llama amigos-. Respondió con una sonrisa alegre y sincera. - Me hace muy feliz que quieras ser mi amiga, con gusto seré la tuya-.

Christin dejo ir un suspiro hondo y empezó a desabrocharse su chaqueta.

- Menos mal, creí que me rechazarías o pensarías que soy demasiado rara como lo hicieron otros, gracias Misa-. Con una voz de completa melancolía apenas podía dibujar una sonrisa en su rostro, Misa se pregunto si había hecho algo malo para ponerla en ese estado.

- Oye, ¿te gustaría recibir algo para sellar nuestra amistad?, dijo esto Christin mientras se quitaba algo que tenia colgado del cuello. . . continuara.