Pasaron los días rápidamente, o al menos Misa lo sentía así, estando al lado de Christin se sentía mas segura que de costumbre, aunque no entendía mucho de números y otras cosas Christin le ayudaba un poco, y si eso no funcionaba Hina Tanamaru estaba ahí, establecer una relación con Hina puso la situación turbia con Rin Okase, quien por un momento creyó que era un complot, sin embargo al cabo de unas semanas las 3 se habían hecho intimas, con ayuda esa peculiar facilidad de las mujeres de entenderse rápidamente. Christin Mushi, Misa Notaro, Rin Okase y Hina Tanamaru, se volvieron un grupo reconocido debido a los ligeros cambios que tenían las personas que se relacionaban con el, mejoraban sus relaciones y apoyaban a la gente, y a su vez esta dejaba su egoísmo de lado, no era algo muy normal, el tiempo que duraron juntas era como una utopía para Misa, era lo que había soñado y tan diferente de su pasado solitario donde la gente iba y venia, sin posibilidades de sentir la tan necesaria compañía del otro. Sin embargo, abrupta mente Christin empezó a faltar a clases, el primer día no fue extraño, pero así como así pasaron 5, una dos semanas y Christin no volvió a la escuela.
Cuando Misa y sus nuevas compañeras fueron a averiguar por ella, les dieron la información que se había marchado sin decir mas, esto empujo a Misa a un acantilado de oscuridad, desde ese día estaba cabizbaja y hablaba poco, no era ni rastro de esa Misa alegre que unió a ese grupo, así siguió la situación hasta que paso un mes desde que Christin se había marchado.
- Ah es una lastima que Christin no haya regresado quería invitarla a salir un día de estos.- Hablaban algunos chicos de la clase en la hora de receso,- ¡Oye no antes que yo!-. Io estaba cerca pero no le interesaba para nada la conversación, en vez de eso se centraba en su hermana y su labor matutina la cual había adquirido de 2 semanas para acá, intentar subirle el animo a Misa.
Io normalmente no hablaba con su hermana en clase, pero le interesaba que pasaba con ella, y hoy estaba especialmente irritado solo por una razón, dijera lo que dijera Hina, Misa solo estaba mirando su dije sin siquiera prestarle cuidado, generando una a expresión de tristeza en Hina, igualmente Rin entro en acción para subir el animo de Misa obteniendo los mismos resultados, palabras iban y venían, pero Misa seguía sumida en sus pensamientos.
<< Para siempre, eh >>. Pensó mientras recordaba ese día, no sabia que sentir, si creer en las palabras de su primera amiga o en la farsa que monto en aquellas semanas, triste o enfadada, que debía sentir, y mas si se fue por que no le dio un motivo, sin haber tomado una decisión solo se puso el dije nuevamente cerrando los ojos como si quisiera escapar a su realidad, pensó que lo único que podía hacer era seguir caminando.
- ¡OYE! -. Se oyó un grito en el salón lo suficiente mente fuerte para que Misa viera a quien emitía el grito.
- ¿ Hermano ?-. Dijo Hina en voz muy baja apenas audible.
- No me interesa meterme en tu vida, tus problemas o asuntos-. Decía Io con un tono brusco a Misa mientras se acercaba al grupo.- Pero algo que me puede molestar es que ni siquiera hagas caso a tus amigas cuando están haciendo tantos esfuerzos por levantarte el animo-. Frunciendo el ceño y cada vez mas molesto miraba a Misa que todavía seguía con esa expresión perdida del mundo, como si no le interesase nada, lo cual lo sacaba mas de sus casillas, conteniéndose por no insultarla prosiguió.- Se que estas triste y todo eso pe. . .-
- Te equivocas-. Misa lo interrumpió de golpe. - No puedo seguir así por alguien que no volverá.- Con una sonrisa un poco forzada, Misa dijo esto totalmente decidida sin siquiera pensarlo un poco, enseguida se volvió a Rin y Hina con una sonrisa aun mas natural acorde a ella.
- Rin, Hina, discúlpenme por preocuparlas tanto no era mi intención solo estaba organizando mis ideas. Io no vio la expresión de Misa, pero si las de Rin y Hina estaban algo confundidas pero sonrientes.- Que tal si para remediarlo las invito algo después de clases, un helado, un pastel lo que quieran-.
- Eso suena genial, pero seguro estas bien no quieres hablar o algo-. Dijo Rin con incredulidad aun preocupada.
- Claro que estoy bien no te preocupes-. Dijo Misa sonriendo naturalmente, tal vez sus dotes actorales salieron de la caja de Pandora, pensó Io, o puede que esta chica de pelo negro fuera bipolar, en cualquier caso no era normal.
- Ah si, Io-san también puedes acompañarnos si quieres-. Dijo Misa con un tono amable y alegre como siempre, pero fue tan repentino y tomo a Io tan desprevenido que solo pudo asentir levemente y contestar - ah? si-. . . continuara
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