martes, 24 de septiembre de 2013

Maestro, Capítulo 4.1


Finalmente Misa no pudo convencer a Shao para que le dijera el secreto que ella usaba para verse tan joven, bueno ahora eso no importaba, había anochecido y era hora de descansar, antes de salir del jardín, Shao le recomendó a Misa ir con Zio, para que le entregara un mapa del palacio junto con la ubicación de la habitación donde descansaría esta noche, sin embargo era los que menos pensaba Misa, las palabras que cruzo con Shao aun daban vueltas en su cabeza.
<< Guardianes, almas, armas, Kurais, ah ya no se ni que pensar, ni siquiera puedo entender como es que un arma puede salir de este brazalete, ademas como es que con 120 años puede mantenerse tan joven es inaudito, ¡ y no me contó nada de ello! >>. Pensó agarrándose la cabeza y agitándose los cabellos, pero reacciono de momento, aun se encontraba en esos pasillos indistinguibles, recordó su misión original, ir a la habitación de Zio para conocer mejor el palacio con el mapa que deberían darle.

<< Ah este no es el momento de pensar de eso, tengo que ir a la habitación de Zio-san, pero donde es que era, ah donde era, ¿esto? >>. Como podrán imaginar Misa se había perdido por completo. 
Mientras intentaba decidir a donde debería dirigirse, se percato del sonido de unas suaves pisadas en una de las curvas de los pasillos de la recta en la que estaba, cuando dirigió su vista a fuente del sonido.

Apareció un joven algo alto, al menos comparado con la altura de Misa, su piel era blanca y su cabello negro, algo similar al de Misa pero era liso completamente y sus puntas se partían en dos, al menos las de dos mechones frontales y un tercero mas delgado que recorría su rostro, en su cuello tenia una especie de collar con una hebilla, algo así como el cinturón, su cuerpo entero estaba cubierto por un gabán completamente negro, el material el cual estaba hecho parecía cuero, pero su tonalidad era mate, no reflejaba mucho la luz y tenia terminaciones metálicas que al igual que el gabán no reflejaban mucho la luz que les llegaba, debajo de el tenia una camiseta y un jean de la misma tonalidad, aunque solo contrastaba un poco con el color de su gabán, un cinturón de taches y algunas tiras de cuero en sus piernas, completando su atuendo unos zapatos negros los cuales no hacían mucho ruido al tocar el suelo, sin duda era alguien un poco imponente.

El joven seguía sin detenerse por el pasillo, Misa se preguntaba quien podía ser, pero al mismo tiempo vio su gran oportunidad, si el estaba aquí adentro debería conocer el palacio, él le podría decir donde estaba la habitación de Zio, ademas como habían sido todos con ella aquí, el debería comportarse de una manera similar, así que se dispuso a preguntar mientras el joven seguía acercándose a ella.
- Ah, hola como estas. -. Dijo Misa mientras levantaba su mano amistosa mente y exhibía una gran sonrisa, esperando llamar la atención de aquel joven. 
- Creo que ya lo habrás notado, pero estoy algo perdida tal vez podrías indicarme donde se encuentra la habitación de Zio-san. -. . . Continuara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario