sábado, 28 de septiembre de 2013

Maestro, Capítulo 4.5



- Ah hola de nuevo Zio-san como estas, siento molestarte pero. . . -.
- Yo ya sabia que venias aquí Misa-san, no tienes que disculparte por eso. -. Zio interrumpió a Misa la cual estaba intentando neutralizar el ambiente para no sentir tanto riesgo, sin embargo Zio se levanto firmemente alterando el contexto de la situación.
- Y también se la razón por la cual vienes aquí. -. Dijo Zio con toda confianza.
- ¿Ah si? -. Pregunto Misa con duda.
- Claro que sí, lo supe desde le momento que llegaste al palacio. -.
Después de eso Zio se dio la vuelta sujetando su silla y se sumergió en sus pensamientos, donde se remitió a un momento del tiempo donde seguía aun en la habitación sin percatarse de la situación:

|| Zio estaba trabajando en sus proyectos cuando la puerta de su habitación sonó  ante esto él respondió con ligereza.
- Ah Misa-san que te trae por aquí. -. La que estaba estacionada enfrente de su puerta con cabeza gacha y algo inquieta, era la nueva chica en el palacio.
- B-buenas noches Zio-kun es que. . . -.
- ¿Es que? -. Pregunto Zio con inquietud a la chica que estaba literalmente una válvula de vapor, se veía mucho saliendo de su cabeza.
- Es que veras. -. Dijo Misa con inseguridad pero prosiguió. - Veras, no tengo donde quedarme aquí en el palacio, me preguntaba si podría quedarme aquí contigo mientras este en el palacio Zio-kun. -. Estaba aun mas inquieta que antes y mandaba los brazos a su pecho, como si intentara contener algo, Zio no entendía para nada la situación, mientras Misa aguardaba por una respuesta, Zio seguía mirando sus expresiones para ver si podía justificar ese comportamiento, por un momento Misa levanto la mirada observo a Zio por un momento y le retiro la mirada tímidamente.
Con esa encantadora expresión Zio por fin identifico las intenciones de Misa, se sonrojo de inmediato y procedió a contestarle. - Ah esto, eh claro, claro, puedes quedarte aquí conmigo, ¿Misa-chan? -. Zio no sabía que hacer, Misa no le contestaba, tal vez la insulto, la irrespeto, ¿hizo algo malo?, ella dejo de temblar, pero lo siguiente que hizo fue levantar su rostro hacia Zio, evidenciando su rostro lleno de dulzura, ternura y agradecimiento, por entender lo que era tan difícil de expresar para Misa por esos sentimientos que tenia por Zio.
- Zio-kun. -. No tubo que decir mas palabras, Zio prácticamente entendió la felicidad que mostraba Misa en sus ojos, junto con su cara sonrojada, no se discutía lo que ambos sentían, cada uno llamaba los labios del otro como si fueran la sustancia vital con la cual no podían vivir ni un segundo mas, así se iban acercando poco a poco, se iban dejando llevar por su instinto y los latidos de su corazón, los ojos de ambos se cerraron y antes del mágico momento, Zio pronuncio el nombre de su querida dama. - Misa-chan. ||.

- Y mi respuesta es que si, claro que si Misa-chan, puedes hacerlo no sientas pena de ninguna cosa eres bienvenida. -. Aun dándole la espalda a su invitada con toda confianza pronuncio estas palabras, mientras bebía algo de su copa.
Misa solo observaba desde la puerta sin entender nada de la situación, pero mantenía la compostura para no parecer maleducada.
- Ehhhh, ¿Zio-san? -. Intentando llamar la atención de Zio, Misa intento dispersar el extraño ambiente que el hombre rubio generaba. . . Continuara.

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