- ¡ ME CREES IDIOTA O QUE! -.
Gritaba Misa de manera furibunda.
- ¡ QUE DEBERÍA CREER, QUE CHRISTIN ESTA EN ESTA BARATIJA EN ESENCIA O ALGO ASÍ, NO ME HAGAS REÍR, NO ME CREAS TAN INGENUA! -.
Mientras Misa la gritaba, Shao volvió tranquilamente a su posición, cruzando sus brazos entre sus mangas, veía a la furibunda con una mirada fría, toda sonrisa de su rostro se había ido, solo miraba a Misa de manera fija a los ojos sin siquiera titubear pese a el tono de voz que Misa estaba manejando.
Cuando Misa acabo solamente miraba al suelo no se atrevía a mirar de frente a Shao, aun se veía la expresión de furia en su rostro, acompañada de la duda en algunos momentos, Shao al ver esto solo cerro los ojos y exhalo un poco de aire.
- ¿Te desahogaste ya? -. Dijo Shao a Misa. - Aunque quieras hacer parecer que estas molesta, tus expresiones son vanas y sin fundamento, en realidad no sabes que debes sentir con respecto al tema de Christin-san, me equivoco. -. Shao seguía hablando y Misa parecía sorprenderse aun mas. - Tu racionalidad te dice que debes estar molesta pero tu sentimentalismo hecha abajo todo eso, es más el segundo gana por un amplio margen. - Misa alzo su rostro para mirar a Shao, con una rara expresión de sorpresa y ansiedad. - La soledad realmente es devastadora, toda tu vida sin encajar en ningún grupo, incluso crees que algo mal anda contigo, entonces empiezas a pensar que pasara si no aparece nadie, que sera de tu vida.- Las palabras de Shao parecían encajar con cada sensación que Misa había tenido en su vida, la chica del dije intentaba protegerse inconsciente mente, dando leves pasos hacia atrás e intentado hacer una barrera con sus brazos, de repente Shao empezó a abrir sus ojos. - Sin embargo, hay un cambio y el sentimiento solitario empieza a desaparecer lentamente, dime Misa-chan de un tiempo para acá, no te sientes tan sola como antes, dime, ¿desde cuando fue eso? -. Mirando directamente a Misa, Shao lanzo su pregunta, la chica del dije parecía un conejo arrinconado, se sentía débil e indefensa, toda lo que había sido ella estaba siendo leído como un libro sin que ella pudiera evitarlo, la frustración y la rabia se apoderaron de ella terminando por resignarse a las peticiones de su depredador, dejándose llevar entre lagrimas, su mente accedió.
<< Para . . . >>. Pensó Misa esperando que Shao oyera su petición, << No lo hagas mas por favor, deja mi mente. >>. Casi rogando Misa luchaba por dejar salir cada uno de sus sentimientos, al sentirse tan débil, las lagrimas no paraban de brotar de sus ojos. << Esta bien lo admito, no me he sentido sola desde que conocí a Christin, ella me ayudo a conseguir amigos me dio ánimos, me salvo se mi soledad, me sentía feliz, pero por que se fue cuando no pasaron ni siquiera dos semanas después de esas palabras vacías, hizo lo mismo que todo el mundo, solo jugarme una broma y dejarme a mi suerte, acaso que hice para que se fuera, todo este año quise odiarla, pero, pero. >>. Misa ya no podía seguir, se había desplomado al suelo, intentaba contener sus lagrimas con sus manos, el nudo en su garganta era el mas grande que había sentido, tanto que no dejaba que respirara adecuadamente.
<< Muy bien Misa-chan lo admitiste, >> Otra vez esa voz gentil se presentaba en la mente de Misa, era reconfortante y a la vez Misa se sintió agradecida que su suplicase hubiera escuchado. << Pero déjame decirte que nunca leí tu mente, solo hasta este momento en el que me dejaste hacerlo. >>. Misa abrió sus ojos llorosos, y levanto el rostro lentamente para mirar a la mujer que le hablaba en su mente, ella tenia una sonrisa en su rostro y una mirada aparentemente compasiva, como con la sonrisa la primera vez que la vio, aun le faltaba algo a su expresión, pero decidió guiarse mas por su vista, y creer que era una cálida mirada.
<< Todo lo que te he estado diciendo, me lo ha dicho Christin-san, sabes ella te ha conocido mucho este año, lamenta mucho no poder estar presente contigo, pero me ha pedido que te explique todo lo que sucedió en esas fechas y el por que te dejo sola de un momento a otro. >>. Misa presto mucha atención a estas palabras reconfortantes, mientras los ríos que brotaban de sus ojos se iban deteniendo poco a poco.
<< Pero antes debes saber una cosa, anda límpiate y párate, no puedo decírtelo por aquí, también Matt-san debe saberlo.>> Extendiendo de nuevo sus manos Shao ayudo a Misa a incorporarse, mientras ella limpiaba su rostro con las mangas de su camiseta.
Shao volvió al lado de Matt, mientras Misa terminaba de arreglarse. - Se que este lugar es desconocido para ti, tal vez creas que estas en otro lugar del globo terrestre, pero debo aclarar primero que todo que este no es el mundo que conoces aunque sea muy similar. -. Shao dijo esto san seriamente, que aunque pudiera parecer disparatado Misa lo tomo con la mayor seriedad posible.
- Te preguntaras por que es que te trajimos y la razón es para que nos ayudes. -. Con la misma seriedad de antes Shao lo dijo, esta vez si hubo una reacción de Misa preguntándose como es que una chica normal como ella podría ayudar a estas personas tan especiales.
Matt también tubo una reacción y giro sus ojos hacia Shao, << Pero si ya somos tres aprendices. >> pensó Matt mientras que se preguntaba lo mismo que Misa. . . Continuara.
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