- Misa-chan. - Dijo Shao mientras se levantaba del suelo. - No estés triste por eso, ella te consideraba una gran amiga, y en el fondo sabia que te sentías así y tenias todo el derecho debido a que no te explico nada, de hecho, los días que estuvo contigo fueron posiblemente uno de los días mas felices de su vida, ademas podrás verla otra vez, vamos límpiate -. Misa se sorprendió de momento, como seria posible ver a alguien cuya vida ya había acabado, todas las dudas asaltaban a Misa de momento.
- ¿Eso se puede? -. Misa pregunto a Shao con algún de incredulidad.
- Claro que si Misa-chan, una vez controles tu energía a la perfección, podrás verla cuando quieras, recuerda que Christin-san siempre esta aquí. -. Shao dijo eso con la sonrisa fría que ya la caracterizaba señalando al dije que ya había señalado mas temprano aquel día.
Mientras tanto Yumi ya llegaba con el té que que había pedido Shao mas temprano, había pasado cerca de una hora, llevaba con mucho cuidado la bandeja donde traía 4 tazas y una tetera.
- Mis disculpas Shao-sama, aun me pierdo en el palacio, me confunden algo las paredes, aquí tiene. -. Shao se acerco a Yumi y tomo una de las tazas, probo el té ya algo frío.
- Esta rico, gracias Yumi-chan. - Yumi se puso algo alegre ante el alago de la mujer, Matt también se acerco por una bebida.
- No puede estar tan bueno. -. Dijo el chico mientras caía en el suelo, el cual fue recibido con una parada en la pantorrilla de parte de Yumi. - ¡Por que hiciste eso! -. Tal vez no había que aclararlo.
Mientras pasaba todo esto, Misa miraba con calidez el dije que colgaba de su cuello, pensando en Christin y en como seguía cumpliendo su promesa incluso después de fallecer, con su mano toco el dije y lo aferro contra su pecho mientras una sonrisa radiante.
- Ah veo que ya te sientes mejor Misa-chan, quieres un poco de té. - Shao miro con una sonrisa a Misa mientras expresaba el cariño hacia el único recuerdo que le quedaba de su gran amiga.
- Gracias Shao-san, gracias por contarme todo eso, al menos ya se una parte de la verdad. -.
- No necesitas hacerlo, no me gusta ver a los que están cerca de mi tristes. -.
Mientras dirigía su vista al cielo, Shao se percato de lo tarde que era, la gran estrella, estaba creciendo en el firmamento, el tono azul oscuro se apoderaba del cielo, el día en el palacio estaba llegando a su fin. - Mmm, ya esta anocheciendo, creo que ya acabe con mi explicación, por que no recorres el palacio y lo conoces, si quieres Zio-san tiene un mapa del palacio en sus archivos, su puerta es bastante llamativa y. . . -.
- Espera Shao-san, hay algo que todavía me preocupa, tu mencionaste algunas armas hace un rato. -. Dijo Misa algo preocupada, Shao se quedo pensando por un momento, al parecer no hallaba el momento de la conversación en la cual menciono las armas.
- Ah si, disculpa por eso.- Le llego a la mente de repente aquella interrupción en la explicación de los guardianes. . . Continuara.
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