domingo, 20 de octubre de 2013

Comienza la acción, Capítulo 5.10


Dando un golpe con fuerza hacía el gabán, impacto en el rosto del Kurai inmóvil, tal fue la fuerza del impacto que las puntas que detenían al Kurai desgarraron la piel su brazos, las piernas del Kurai se estremecieron siguiendo la onda mecánica del choque y el suelo se fracturo levantándose una pequeña capa de polvo, un golpe de este calibre, dejo al Kurai alado noqueado, si no es que muerto.

<< Pero que, antes no tenia esa fuerza, ¿acaso era su chaqueta?, sus habilidades aumentaron mas del doble. >>. Pensó la Kurai femenina quien había sentido una de sus paradas.
- Si es así normalmente no quiero saber que hará con la espada no lo dejen acercarse a ella. -. Dijo el Kurai blanco temiendo lo que pudiera venir en seguida, los tres hicieron una linea protegiendo la espada que yacía en el suelo. 

- Bien hecho. -. Dijo Yumi cerrando su puño con entusiasmo.
- Le faltan tres, no celebres aun. -. Critico Matt la actitud de Yumi tranquilo como siempre, mientras Misa observaba sorprendida con las habilidades de Kio.
- El siguiente paso sera recuperar la espada, pero si quiere ganar tendrá que hacer algo mas que eso. -. Con bastante seriedad agrego Shao, todo esto mientras Kio se incorporaba después de dar ese golpe, mirando por encima del hombro al trió que se preparaba para cruzar golpes con Kio.

- Ahí viene. - Hablo el Kurai blanco preparando su escudo, mientras el joven daba la vuelta enfocándose en ellos directamente repentinamente, Kio inicio su carrera a una velocidad increíble. 
- Je, déjenme esto a mi, si ataca rebotara otra vez. -. Diciendo esto el Kurai obeso paso a la primera linea observando a Kio quien se acercaba. - Ahora ven. -. Dijo el obeso cuando Kio estaba a una corta distancia abalanzando toda su masa sobre él.
Kio al ver esto adelanto sus piernas y freno su carrera todo lo que pudo, girando por el costado del Kurai obeso y asestando un codazo en en la hinchada espalda del ser haciéndole perder el equilibrio, después de que su codo de Kio rebotara, este utilizo el impulso para emprender la carrera nuevamente.
- Un movimiento arriesgado. -. Critico Shao al verlo y Zio salio en su defensa. - Pero efectivo, no lo puede negar Shao-sama.
- Gordo idiota. -. Murmuro el Kurai blanco, quien era el próximo objetivo de Kio. De nuevo, inesperadamente, Kio dio un gran salto en el aire, tal vez de unos tres metros de altura, flexionando su brazo a la altura del estomago, casi como si estuviera preparando una ataque a aquel escudo impenetrable.
- <<¿Pero que piensa hacer? >>. Misa se lo preguntaba en su mente con cada movimiento frenético del joven.
- Un golpe. -. Dijo Matt y también lo pensó el Kurai cuando observaron el cuerpo de Kio inclinarse hacia adelante. - Como puedes saberlo, si algo tengo seguro es que nunca sabes que hará. -. Replico Zio la afirmación de Matt, dejando en claro una de las características del combate de Kio. 
- Un ataque, COMETE ESTO. -. Diciéndolo el Kurai blanco se cubrió con su escudo evitando el ataque de Kio y espero el impacto con el cual la mano de aquel sujeto quedaría hecha polvo, pero lo único que pudo sentir fue una pequeña presión en su brazo que había pasado, que fue del ataque, lo que realmente estaba haciendo Kio era impulsarse con el escudo, sin necesidad de entrar en batalla, solamente cancelo el ataque una vez observo al Kurai cubrirse. << uno de los puntos débiles de ese escudo es el bloqueo de la vista>>. Pensó Kio mientras utilizaba sus brazos para continuar su camino, pensando en su campo de visión, Kio agrego una pequeña rotación a su cuerpo, sabia manejar bastante bien su entorno.
- Je, ERES MIO. -. La Kurai femenina apareció de la nada, con su gran velocidad se acerco rápidamente desde un punto ciego a Kio quien aun giraba en el aire.
- NOOO. -. Grito Yumi desde la cabina, donde la escena se veía casi en cámara lenta y a su vez se sentía la tensión del momento. 
Una vez Kio pudo observar al Kurai femenino, este ya estaba en el aire lanzando su ataque, eso no le intereso tanto como la espada que estaba detrás de ella a unos 10 metros, de esta manera solo pudo pensar en una solución, cubrirse como pudiera e ir por su principal objetivo. . . Continuara.

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