miércoles, 2 de octubre de 2013

Maestro, Capítulo 4.9


- Como lo imagine solo vine a perder mi tiempo, debería escoger mejor a las personas Shao-sama, lo siento mucho pero descansare un poco y me marchare en la madrugada, con su permiso, Shao-sama. -. Haciendo una pequeña reverencia Kio salio del jardín y se adentro de nuevo en los pasillos.

Shao tenia la visión entre sombras y como un alma en pena empezó a caminar por el jardín en linea recta, llegando al muro en el otro lado donde presiono la pared la cual bajo y mostró una pantalla, la cual se encendió de ella emano la voz de Zio siempre dispuesto a las ordenes de Shao. - ¿Si Shao-sama, en que puedo servirle? -
Aun con la ira en la cabeza, Misa andaba con un pie frente al otro, ni siquiera observaba su mapa, como antes solo andaba por los pasillos aleatoria mente.

- AHHH, casii. -. Una voz suave, dulce y algo conocida llamo la atención de Misa. - Ah Misa-san, ¿podrías ayudarme? -. Era Yumi cargando un montón de libros, de los cuales se le habían caído algunos al suelo. Misa de inmediato ayudo a la niña - Yumi-san, claro dame algunos. -.
- Eh, ¿que tienes Misa-san, pareces molesta? -. Esta pregunta la hizo Yumi debido al tomo de Misa y un poco su actitud y su ceño un poco fruncido. - ¿Acaso te moleste pidiéndote ayuda? -.
- Ah no, Yumi no es por eso. -. Dijo con sorpresa no sabia que se le notara tanto su mal genio.

- Veras es que un sujeto muy antipático con el que me encontré hoy, ha estado molestándome mucho. -. Misa decía esto mientras agarraba algunos libros y le dedicaba una sonrisa a Yumi para disimilar su estado de animo.
- ¿Un sujeto antipático? -. Pregunto Yumi con un poco de interés, tanto que casi se le caen los libros.
-  Si es algo alto, de ojos negros y también se viste de negro, ah solo de recordarlo me empiezo a molestar nuevamente, agggg es insoportable. -. Diciéndolo muy sinceramente  y con algo de desilusión.
- AHHHHHHH EL ES, EL ES. -. Yumi exploto dejo caer el resto de los libros que tenia que era esta reacción, asusto tanto a Misa que también dejo caer los libros que tenía, cuando quiso ver a que se debía esta reacción, una expresión angelical y radiante emanaba del rostro de la niña, era una alegría absoluta tanto que daban ganas de abrasarla y dejar que su alegría contagiara al mundo, pero sus labios se empezaban a mover.

- ¡¡¡ ES MI HERMANO, DONDE ESTA, CUANDO LLEGO POR FAVOR DIME MISA-SAN !!! -. Misa se quedo completamente muda y petrificada ante esta revelación, intentaba articular su boca y labios para responder ante esa figura tan linda que tenia en frente de si. . . Continuara.

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